jueves, 21 de julio de 2016

"UNA CUESTIÓN PERSONAL"... KENZABURO OÉ





SINOPSIS:



Cuenta la odisea de “Bird”, un joven profesor de inglés abrumado por una cenagosa existencia cotidiana en el Japón contemporáneo. Su anhelo secreto es redimirse a través de un mítico viaje por África, donde según cree, su vida renacerá plena de sentido. Pero tales proyectos sufren un vuelco determinante: Su esposa da a luz un bebé monstruoso, condenado a una muerte inminente o, en el mejor de los casos, a una vida vegetal. Este hecho convulsionará la vida de Bird y, durante tres días y tres noches se arrastrará por un implacable recorrido hacia lo más profundo de su ser, por supuesto Bird no estará solo en este recorrido, Himiko, amiga y vieja compañera de estudios será su aliada. Ambos buscarán un sentido a su existencia, ya sea a través de aquel viaje soñado o, quizás desentenderse del bebé provocando un desenlace fatal. 




Como siempre, si no deseas leer “spoiler” puedes ir a la sección “INTRODUCCIÓN” donde encontrarás las razones del porqué de su reseña. También puedes ir a la sección de “RESUMEN” donde solo hago una simple crítica en pocas líneas sin hablar demás de la obra, por lo que puedes ver a que te enfrentarás también.  





INTRODUCCIÓN:



“Mientras miraba el mapa de África, desplegado en el escaparate como un ciervo altivo y elegante, Bird apenas consiguió reprimir un suspiro. Las dependientas no le prestaron atención. Tenían de carne de gallina la piel de sus cuellos y brazos. La tarde caía y la fiebre de comienzos del verano había abandonado el ambiente, al igual que la temperatura abandona a un gigante muerto…”



Y así comienza este nuevo viaje que nos llevará por muchos estados anímicos y reflexivos en los próximos tres días, porque todo ocurre dentro de esas catastróficas o iluminadas setenta y dos horas.

Este libro lo había leído hacia algún tiempo, específicamente el verano pasado, pero no realicé la reseña en su momento porque fue una lectura que me marcó y reflexioné a tal punto de convertirse en mi libro favorito, y es difícil ser parcial a la hora de hablar de él, pero ya han pasado unos meses y estoy aquí para descifrarlo. Es un libro que me costó encontrar, pero agradezco a la pasada FILSA 2015 (Feria Internacional del Libro de Santiago) quien me facilitó su adquisición; siempre he manifestado que estas ferias sirven, además de unir a las personas que amamos la literatura y unos precios convenientes, también la diversidad de libros es algo que valoro muchísimo, más en un país que pregona la lectura, pero que pocas personas la realizan, o que al menos lo hacen de buena forma.
Demoré en tomarlo y comenzar su lectura, quería leerle cuando sintiera la imperiosa necesidad de hacerlo. Casi siempre los libros con el logotipo de premio nobel me hacen dedicarle un tiempo especial, ya que en su mayoría son libros ricos pero difíciles. Esperaba encontrar algo así con esta novela, por lo mismo decidí leer una que otra lectura algo más relajada antes de inmiscuirme en él, no esperaba encontrar en “Una Cuestión Personal” una lectura adrenalínica.

Adoro equivocarme a veces al leer. Una Cuestión Personal es una de esas novelas dinámicas, caóticas, con una excelente trama en un tiempo interno corto, pero que alcanza para sentir el conflicto del personaje. Una escritura con un sin fin de metáforas que no sentirás pesadas, no como las que actualmente y por desgracia se da en el mundo literario más intelectual. Para estos casos siempre evoco las palabras del maestro Jorge Luis Borges, específicamente una entrevista en el programa español “A Fondo” donde menciona que los escritores no deberían sobrecargar sus obras con palabras extensas y rimbombantes; deberían sonar comunes a la hora de leerlas pero al mismo tiempo trabajadas; no cualquier palabra puede utilizarse a la hora de escribir, deben ser especificas, carmesí y rojizo no son lo mismo ¿pero cual de las dos sirve para trasmitir lo que realmente deseas?... He ahí la cuestión. Por supuesto, tampoco se debe sobrecargar el relato con palabras barrocas ya que solo te oyes interesante, pero no demuestras un verdadero peso en tu obra.
Este libro comprende ese principio. Una lectura que parece ser simple, pero en realidad está escrita de forma compleja.





ANÁLISIS:


Me he topado con reseñas y análisis que añaden a este autor como una lectura engorrosa y muy oscura, incluso la gran mayoría no lo ha terminado de leer, y no solo este libro, sino muchos de Kenzaburo Oé.
Siempre que me topo con cosas como esta me sorprenden demasiado, ¿cómo puedes criticar algo que no has terminado de leer? ¿por qué catalogan de libro oscuro a la exploración de la mente humana en un momento de crisis? ¿Acaso tú vida ha sido tan vacía que nunca te has cuestionado estas cosas?... y lo más importante, ¿qué porquerías están leyendo hoy en día para dejar libros así como si fueran novelas deprimentes?

Los mejores libros, son aquellos que cuestionan nuestra moralidad, la esencia como ser humano… ¿son naturalmente buenos o malos?, si un libro no te hace plantear estas disyuntivas, es que estás ante una porquería, algo ligero, que no viene mal de vez en cuando, pero que también no puedes vivir de comida chatarra todos los días, sabes que hace mal y que lo principal en la salud es una comida balanceada. Bien, lo mismo ocurre en la literatura.
Este libro hace esos cuestionamientos, por lo que deberíamos, que sea, tenerle respeto. Una cosa es que seas una persona hipersensible y no soportes este tipo de cuestionamientos, y lo otro es, porque “no te guste” lo minimices y catalogues como algo depresivo. Son factores distintos.

“Una Cuestión Personal”, es enriquecedor desde el mismo punto de vista en que está narrado; se piensa, casi siempre que el narrador omnisciente no puede llegar de forma completa al lector por estar escrito desde el punto de vista de un “Dios”, quien describe las emociones de los personajes y las situaciones que vive. Este pensamiento es sin duda un grave error si lo llevamos a este libro; no es para nada pasivo, hay un balance metafórico y psicológico porque siempre estamos enfocados en Bird, inclusive hay partes narradas bajo su propio punto de vista, a ello me refiero con el balance. Está narrado de forma omnisciente, pero cuando Bird se ve enfrentado ante alguna situación complicada, es él mismo quien las habla. Hay algunos que podrían decirme la existencia de dos voces, primera y tercera persona, algo válido y no lo negaré, pero hay una excepción de la regla en  tercera persona, y esa es cuando dejamos atrás la forma pasiva centrándonos en la emoción del personaje. Por lo que hay momentos en que este mismo se expresa y uno no nota el salto entre una voz y otra, claro que a la final siempre volvemos a la tercera persona, siendo ésta la prioritaria. Además de eso esta la elaborada forma de escribir en donde en verdad te sientes en la piel del personaje, en su cuestionamiento, en sus problemas y anhelos, los conflictos con su esposa, su hijo deforme, sus excompañeros de universidad, su vida sexual y la vida cotidiana y vacía del japonés promedio, sobretodo luego de la guerra. En todo esto y más se enfoca la obra.  

Como sabemos es la travesía de un padre primerizo al que le han dicho que su hijo ha nacido con una mala formación y que solo puede ocurrir una u otra cosa. La más simple es que muera, la segunda que viva convertido en vegetal.



"Finalmente, el director se quitó la pipa de sus gruesos labios y, sosteniéndola con una mano regordeta, enfrentó de pronto la mirada firme de Bird y preguntó:

   ¿Quiere ver la cosa antes? —La voz sonó excesivamente alta para las circunstancias.

   ¿El bebé está muerto? ­—preguntó Bird."



Kenzaburo Oé expone parte de su propia vivencia, de esta forma, los médicos tratan al protagonista, así fue como ellos trataron a Oé y a su hijo. El escritor expone como enfrentar esa catarsis, la dura crítica hacia el mundo de la medicina.
Vemos a Bird derrumbarse ante ese suceso, apreciamos el camino de aquellos que han pasado por estas circunstancias y que saben su sensación, una mezcla entre moralidad y lo contrario. Desde niños, nos enseñan a no ser discriminadores con respecto a otras personas con discapacidad, la realidad y por más que suene mal, es que desde tiempos inmemoriales a la sociedad no le gustan este tipo de defectos, ya vemos a los griegos antiguos quienes asesinaban a los discapacitados lanzándolos desde un acantilado cuando nacían, pasando por la segunda guerra mundial donde (por ordenes de Hitler) se les daba muerte a todo aquel que amenazara la pureza aria con algún problema genético, hasta hoy en día en que muchos países se abortan a niños que no tienen posibilidad de una vida digna... ¿está bien, o está mal?, este es en parte uno de los debates del libro.
Supongo que cualquier ser humano se ha planteado la pregunta ¿qué pasaría si tuviera un hijo enfermo, quién no aportara nada a la sociedad, ni a mí, ni a su propio futuro? ¿Qué es lo mejor, si terminar con su mísera existencia o a la final afrontarla? ¿y qué pasa con uno?, ¿vale la pena sacrificar tu vida por alguien que no podrá, quizás, salir de su cama?

Todas estas preguntas se las cuestiona Bird, esas ganas de luchar cuando se enfrenta a esa pandilla de jóvenes y recuerda que será padre dentro de pocas horas, la noticia que le ha tocado un hijo enfermo, el miedo en decírselo a la madre, un hijo que todos catalogan como monstruo y que él al verlo le da asco y vergüenza al saber que sus genes deformados dieron a luz a una cosa extraña. Creo que este es el gran tema del libro y por lo mismo el gran cuestionamiento de Oé, este es el dilema por el cual muchas personas excesivamente moralistas no son capaces de apreciar el libro, como dije anteriormente, el ser humano ha buscado la perfección incansablemente y este tipo de personas van en contra de toda la evolución. Oé plasma el desagrado de la nación y por sobretodo la oriental a este tipo de personas, incluso el mismo personaje y la familia que rodea al niño (salvo la madre, porque no sabe lo que padece en su aislamiento); estoy completamente segura, y es cosa de ver las estadísticas de padres con hijos que poseen discapacidad, que en un principio dichos padres debieron odiar a estos hijos ya que tendrían que dejar su propia vida de lado en pos de ellos, no lograrían cumplir sus propias metas, tampoco los verían crecer y aprender, por desgracia tendrían más que nada a una planta viviendo con ellos que a un ser humano. Este cuestionamiento se presenta en todo el libro, el odio hacia la criatura, la vergüenza, lastima hacia sí mismo, y el arrebato de huir ante el problema, las ganas de vivir su propia vida aún si debe asesinar al bebé.

La criatura por supuesto representa esa razón de odio, de repulsión, del declive de la sociedad japonesa después de la segunda guerra mundial, luego de las bombas atómicas. El bebé también actúa como un reflejo del propio Bird, esa personalidad “monstruosa” y autodestructiva, insatisfecha con su vida. Esas noches eternas de borrachera desolada ante el casamiento que le vino encima, esa frustración ante las pocas motivaciones, ante su misma personalidad, esas noches con su amiga y excompañera de universidad, Himiko, donde intenta liberarse de la moralidad establecida a través del sexo fuerte y en algunos casos violento. El mismo deseo de ir a África evadiendo la realidad e inmiscuyéndose en la ignorancia de las tribus ante lo que simboliza la vida y sus responsabilidades; pero por sobretodo la consecuencia de sus actos. El propio bebé que actúa como un castigo a su mente y cómo Bird lo enfrentará.

Este libro también expone la visión de Oe hacia la sociedad japonesa unos cuantos años después, en la posguerra. Una nación dormida, enclaustrada en sus propios sufrimientos, abandonada al placer oculto y a la explotación de la existencia, la banal convivencia social; deprimidos por la fuerte guerra, por los niños nacidos de una guerra química. Una sociedad que no sabe qué hacer ante la liberación de su nación por occidente y la economía que comienza; por lo mismo una nación que termina con su propia vida al no encontrar un rumbo definitivo, un rumbo que para los orientales es su filosofía de vida.
Vale mencionar que en muchas ocasiones, la narración orilla a Bird hacia el suicidio, todos creen que es lo más probable que cometa, pero este siempre se niega ante tal hecho alegando que es un acto ilógico dentro de su razonamiento, y esto es algo que nos va vislumbrando en Bird a una persona distinta del resto. En muchas ocasiones vemos la fortaleza innata del personaje a pesar de todos sus pesares, se puede considerar que Bird es el clásico antihéroe pero, como protagonista, en algún momento debe tomar las riendas de su vida y enfrentarla, por lo mismo la crítica ante el suicidio y la incapacidad de esta a resolver los conflictos.



“… Al pasar junto al MG observó que la llave de encendido estaba puesta. Cualquier día lo robarían. La idea lo entristeció. ¡Himiko! ¿Cómo una compañera de estudios diligente, cuidadosa y astuta, se había convertido en una persona tan desconcertante?...”



La amoralidad de la población y los conceptos del bien y el mal está plasmado a través de los distintos personajes que aparecen en el libro. Un ejemplo es la amiga intima de Bird; Himiko, es aquella persona que representa el vacío existencial y la inseguridad en estado puro, un personaje que deambula en su automóvil todas las noches a gran velocidad sin ninguna razón; a Himiko se le describe como un personaje que anteriormente había sido vivaz, activa y con gran carisma y empatía, pero que luego del suicido de su esposo, se recluye en su hogar y comienza a convivir con muchos hombres sin interesarse en ninguno en particular. Es una persona que no le importa mucho el día a día y que vive en cierto modo ayudando a la persona que pueda (por ello las diversas relaciones con los hombres) como una especie de redención, ya que sutilmente se demuestra en su cotidianidad la culpa del suicidio de su esposo. Himiko tiene un pensamiento o más bien una defensa, “La teoría del universo pluralista” una que al menos al principio defiende con entusiasmo hasta que el mismo Bird la disminuye con algún comentario despectivo, y es que la teoría de Himiko plantea que hay diversas realidades además del “mundo real” en el cual se vive, donde la persona al tomar una decisión crucial ante la vida o la muerte crea una realidad distinta; esta teoría hace que en su defensa el suicidio de su esposo pase a ser algo místico, donde quizás otra Himiko pudo ayudarle y donde ambos continuaran su vida marital. Himiko vive en esta constante disyuntiva, al igual que Bird y que algunos excompañeros de ambos, Himiko y Bird se convierten durante esos días en dos personas intentando encontrar dentro del abismo la catarsis para salir de él o hundirse por completo. Ambos mantienen una relación intima donde Bird logra liberar en parte su represión y frustración interna a través del sexo, un tipo de intimidad que para él era imposible, pero que lo logra junto a ella… el viaje de Bird se va convirtiendo en cada momento en una liberación, mientras que para Himiko en un camino sin retorno.

Bird tan solo desea con el viaje a África librarse de la responsabilidad y al fin lograr tener una aventura donde su vida cobre sentido, y con ello arrastra a Himiko, dejándonos ver su inseguridad en pensar por ella misma, contagiándole con su energía con la idea del viaje, por lo mismo entre ambos planean la muerte del bebé. Himiko le da el dato de un médico que puede hacer que el bebe muera sin que nadie imponga una culpa en Bird, y por supuesto el padre acepta. Primero el padre va desentendiéndose del bebé, pide en el mismo hospital que no se encarguen tanto de él, para ver si el bebé puede morir por desnutrición, pero la criatura se aferra a la vida de una forma impresionante, demostrando con ello, y lentamente en el transcurso de la historia, que Bird no podrá evadir la responsabilidad en su vida, luego Bird se lleva al bebe al momento en que decide junto a Himiko enviarlo al médico para que éste lo haga desaparecer, pero a través de las últimas horas vemos como poco a poco Bird empieza a sentir culpa, el bebé tiene una pulmonía, sabe que puede morir en cualquier momento, evoca los recuerdos de su esposa recriminándole si es que al bebé le llegase a pasar algo, a sus suegros observándole con desprecio, en resumen empieza a comprender la razón del porqué aquel bebé ha llegado a su vida.  



“Bird se incorporó lentamente de la silla. Le dijo a Himiko:

– He decidido llevar al bebé nuevamente al hospital para que lo operen. No volveré a intentar huir por todos los resquicios.

– ¿Qué dices? -dijo Himiko con recelo-. Bird, ¿qué te sucede? Ya no hay tiempo para eso.

– Desde que nació el bebé estoy intentando huir.”



En el mismo momento en que Bird deja al bebé con el médico, va junto a Himiko a un bar donde se encuentra a un viejo amigo de la juventud a quien dejó abandonado en una aldea, evadiendo su responsabilidad… llega la catarsis, se ha dado cuenta que toda su vida ha estado huyendo de su realidad y que el bebé es el punto de inflexión, donde debe decidir por huir junto a Himiko y no hacerse responsable como siempre, o por el contrario aprender el karma de la vida y luchar junto a su hijo por vivir. Bird le reclama a Himiko, y esta se conmociona al ver sus planes frustrados hasta llegar a un punto de histeria por hacerle entender al hombre que solo deben vivir sus vidas las cuales han sido injustamente truncadas, vale decir que nada de lo que diga logra hacerle entrar en razón, a lo que termina aceptando.

En Himiko vemos la inseguridad, la persona que evade una y mil veces la realidad, quien desea vivir en un mundo abstraído, de ensueño, filosófico, pero que finalmente no llega hacia ninguna parte; ya que por más acciones que haga para evadir lo que la vida le reclama, no cambiará. Él, incluso se ve tentado en haber caído en ese infierno nebuloso, que quizás el Bird de la teoría del universo pluralista lo hubiera escogido, pero que él, el verdadero, había aceptado vivir en el mundo actual. Esto demuestra también en parte la depresión japonesa, esa nación que no sabe qué hacer con su vida, las personas que evaden su realidad o se sumergen en ella a un punto donde no hay salida… por lo mismo los suicidios. Suicidios que están alrededor del personaje, presente en gran parte de la obra, pero que notamos que en Bird aquella idea es impensada.
 


“Bird y el profesor se fueron adelantando a las dos mujeres que se retrasaban haciéndole gracias al bebé.

– Esta vez sí que hiciste frente a los problemas –dijo el profesor.

– En realidad intenté zafarme varias veces. Y casi lo logro. Pero parecía que la realidad lo obligara a uno a vivir adecuadamente cuando se es parte del mundo real. Quiero decir que, aunque uno intente permanecer en la red del engaño, al final descubre que la única alternativa es salirse de ella. –Bird se sorprendió de la amargura contenida en su tono de voz–. Al menos, eso es lo que he aprendido.

– Hay personas que toda la vida van saltando de un engaño a otro, e igualmente viven en el mundo real.”



En Bird vemos a un protagonista que evoluciona de una manera impresionante, del típico arquetipo “el viaje del héroe”, aquel clásico personaje que no quiere enfrentar la dura tarea que le toca en su destino, pero que a través de las caídas logra comprender que no se puede evadir los problemas cuando estos ya están encima de ti, sino que debes afrontarlos. El rencor hacia el bebé, la autocompasión, la obligación de aceptar a ese ser y afrontar la vida como alguien que no cree ser, pero que finalmente se descubre en su interior a un Bird maduro tras las tristezas y los golpes de la vida, alguien que recobra la esperanza a través de la perseverancia. Bird representa la esencia del ser humano, aquel que es capaz de todo por evadir la realidad y que algunas veces lo logra o, simplemente termina enfrentándola, ya que, y a la final lo que le ha tocado vivir es su propia cuestión personal.





RESUMEN:




En “Una Cuestión Personal” nos enfrentamos al cuestionamiento básico del ser humano en una situación de crisis y como cada individuo resuelve o no su propio conflicto. La valentía y aceptación versus la huida y el desasosiego, los personajes representan diversos caminos de una carretera hostil, del como cada uno llega a su meta, y de qué forma. La moralidad es algo muy cuestionable dentro de la obra, por lo mismo repito que a muchas personas el libro le resulte pesado y es que vemos una evolución tan compleja del protagonista en tan pocas páginas pero que la sientes real y sincera; siempre he insistido que la cantidad de páginas no revela la calidad del libro, pero si puedo decir que los libros más cortos son los más centrados, te reflejan el conflicto y al personaje de frente, sin irse por las ramas, sabes inmediatamente y de forma cruda lo que piensa y lo que siente. En este libro quizás encontrarán un protagonista que no guste a muchos por no ser el típico héroe de novela, valiente y respetado. No, aquí encontraras a un ser como tú y como yo, con sus virtudes y con un sin fin de defectos e inseguridades, verás cómo abordará el conflicto más difícil de su vida, y si logrará salir airoso o se derrumbará ante el idílico sueño de su huida en África.






LEMA ENTRE PELÍCULAS Y LETRAS: 

1.- No doy estrellas, ni tomates en mis críticas. 
2.- No digo que algo es bueno o malo porque eso lo dejo a criterio del espectador o lector.
3.- Mis críticas se manifiestan desde una base con argumentos gracias a que estudie sobre ello. 

Solo doy mi punto de vista desde una forma constructiva y sana para que sigamos apreciando lo que hay detrás de cada libro, película y juego… aquellas cosas que nos repletan de emociones y que nos ayuda a ser más conscientes de nuestra realidad.





¡GRACIAS POR LEER ESTA RESEÑA!  

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